lunes, 14 de junio de 2021

Reseña El principe y el mendigo de Mark Twain

Reseña El príncipe y el mendigo de Mark Twain

En una lista de novelas por leer

El príncipe y el mendigo es uno de esas historias infantiles que todos pensamos conocer debido a su gran cantidad de adaptaciones a lo largo de los años. Desde versiones animadas hechas por Disney (el recuerdo más viejo que poseo de esta historia), a películas e incluso adaptaciones en la serie de televisión Los Simpson. El relato se encuentra tan inmerso en la cultura popular, que consideramos innecesario leer la obra, al considerar que de una forma u otra ya sabemos de qué trata.

Hasta hace un par de años, desconocía que el relato original fuera de Mark Twain. Me enteré de esto al adquirir las obras completas de Twain ofrecidas por la editorial Delphi Classics, esta revelación si bien me parecío llamativa no pasó de ser una curiosidad. Me gusta mucho Twain, Tom Sawyer, Diarios de Adán y Eva, los cuentos, los ensayos. Sus obras son clásicas cuyo humor aún se mantiene fresco, aún así esto no me provocaba ganas suficientes para leer el príncipe y el mendigo. Supongo que el estar tan familiarizado con la estructura básica del relato, así como el tratarse de un cuento infantil (tengo que estar en el ánimo).

Un par de semanas atras, estaba leyendo algunos cuentos dispares del autor y sentí ganas de leer alguna de sus novelas. Decidí dejar el prejuicio de lado e iniciar el príncipe. Después de todo, algunas obras que he leído con prejuicio (Narnia, los cuentos de Conan el Cimerio entre otras) me han terminado gustando, y la obra es un clásico de la literatura infantil estadounidense.

Tom Canty y Eduardo VI

Tomado de Mark Twain in His Times

Observaciones sobre la novela

El príncipe y el mendigo es una novela publicada por Mark Twain en el año 1881 en Canadá y en Estados Unidos el año siguiente. Junto a Un yankee en la corte del rey Arturo y Juana de Arco forma una suerte de trilogía de novelas históricas medievales en las que Twain exalta el modo de vida democrático frente a a las monarquías absolutas. Al contrario de las otras dos, esta va dirigida a un público infantil y combina tanto “moralejas” con la crítica a lo injusto de las leyes durante el periodo feudal.

La novela, como la mayoría recuerda, trata sobre el cambio de identidad entre el príncipe Eduardo VI de Inglaterra y un muchacho londinense perteneciente a una familia plebeya llamado Tom Canty. Ambos muchachos son idénticos en apariencia y tras una travesura en el cuarto del príncipe terminan cambiando de identidad al extraviarse el príncipe del cuarto real. El resto de la historia sigue las aventuras de Tom ejerciendo su papel de rey así como las aventuras de Eduardo por volver al palacio real y retomar su posición real.

Por medio de esto, el autor se vale para presentar las diferencias entre ambos personajes y su visión de mundo. Las experiencias de Tom Canty en las calles de Londres lo han convertido en un muchacho ingenioso y observador, defensor de los personajes de estratos más bajos de la ciudad quien combina estos elementos para ayudar a los condenados y denunciar las leyes injustas. Por otro lado, la alta educación de Eduardo combinado con su falta de experiencia en la vida real lo ha vuelto presumido y fácil de engañar; en el palacio el universo gira en torno a él mientras que en sus aventuras por las ciudad medieval se encuentra fuera de su posición privilegiada. Eduardo se vale de la figura de Miles Hendon, caballero en desgracia que regresa a Inglaterra luego de estar en el extranjero para reclamar una herencia, para salvarse los diversos apuros en que se ve envuelto dado su falta de habilidades de supervivencia. A lo largo de la obra, Twain da a entender que estas experiencias de Eduardo en la vida plebeya lo ayuda a llegar a convertirse en un rey más justo al retomar su papel en el trono.

Uno de los elementos más llamativos de la novela, es la combinación entre secciones ficticias con extractos de crónicas reales de la edad media. Esto se encuentra comentado a lo largo de la obra por los numerosos pies de página quienes explican el contexto y las referencias a personajes históricos (en gran parte tomados del libro Historia de Inglaterra del filósofo David Hume). Este elemento me produce sentimientos encontrados, resulta muy interesante la investigación que realizo Twain para el relato, y las crónicas dan credibilidad a la crítica sobre el sistema feudal, sin embargo la crudeza de algunas descripciones (los capítulos de la cárcel, los puentes de Londres) contrasta con las aventuras juveniles de los protagonistas y el ambiente de “fábula” que la novela refleja.

En general no creo que sea una mala obra infantil. Las moralejas son valiosas, aunque el libro se siente un poco más largo de lo que es, en parte por la extraña combinación entre elementos realistas y elementos más propios de la novela infantil; conservando el humor característico del autor. Me hubiera gustado que se elaborara un poco más sobre el papel de Tom Canty en la corte, salvo un par de personajes que salva con su ingenio y la escena del banquete es poco lo que acontece con el personaje. La novela sigue más de cerca al príncipe, y pareciera que se olvida de Canty hasta los últimos capítulos en torno a la coronación, mientras queda uno con la impresión de que se le pudo sacar más provecho a los episodios en la corte y las diferencias entre la visión de mundo de la plebe frente a la alta aristocracia.

Me siento satisfecho de terminarla, disfrute la lectura, y como suele suceder con Twain disfruté bastante de la lectura aunque no tanto como otras de su colección. Sin embargo no siento que sea su mejor trabajo, si una gran novela infantil.

La novela se encuentra disponible aquí

lunes, 7 de junio de 2021

Alicia en el país de las maravillas. Lewis Carroll

Alicia en el país de las maravillas

Descenso hacia el non-sense

Discusión de la novela realizada el día 7 de junio del 2021. La novela fue sugerida por uno de los participantes quien había escuchado mucho sobre la obra, y como utilizaba el formato de cuento infantil para presentar otros temas relacionados a la filosofía y psicología. La obra es muy famosa dentro de la literatura infantil, entre otras cosas por las diversas adaptaciones cinematográficas, las referencias en la cultura pop y la ambigüedad general de la obra.

La fiesta del te en la edición original

Imágen tomada de la Enciclopedia Británica

Tiempo atrás había tenido la oportunidad de leerlo tanto en el colegio como en la universidad. Por mucho tiempo lo habia considerado uno de mis novelas favoritas y era una de las obras que recomendaba a otros lectores o compañeros que buscaban algo que leer. La obra guarda un lugar especial en mi corazón al ser también uno de los primeros libros que leí por mi cuenta fuera de algún curso de secundaria o universitario. Releer esta obra luego de tantos años fue como encontrarse de vuelta con un viejo amigo. No recordaba muchos detalles sobre la historia, y en algunos momentos esperaba que sucedieran eventos que en realidad pertenecían a la secuela, A través del espejo. Me pareció curioso, considerando que la primera parte siempre me ha parecido superior y más memorable que la secuela.

Por lo general, no me tiende a preocupar mucho si leo una obra en el idioma original; pero en el caso de Alicia creo que se pierde mucho del texto sino se acerca a esta en el idioma original. Gran parte del humor, y del aire de pesadilla de la obra se debe a la incomprensión que se da entre los personajes al ser incapaces de comunicarse entre sí. Por esta razón se decidió entregar a los participantes tanto la obra en su idioma original como una excelente traducción al idioma español de este modo facilitando la accesibilidad del texto pero al mismo tiempo conservando el humor para quienes cuentan con un buen nivel de inglés.

El libro es fácil de leer. Incluso en el idioma original, lo más complicado puede ser las canciones lo largo de la obra dado que utilizan un estilo más arcaico que el resto de la obra. Considerando que si se desconocen las canciones originales algunos de los juegos que realiza Carroll pueden parecer un poco extraños.

La fiesta del té

Contaba con cierta expectativa de esta discusión porque aparte de que se sumaba un compañero más al grupo no estaba seguro si esta iba a ser del agrado de los participantes. En la primera sesión habiamos leido La señorita Cora de Julio Cortázar el cual les había parecido algo confuso, al iniciar esta lectura pensé que algo parecido podría pasar aunque la complejidad de Alicia se encuentra en cosas distintas que el cuento.

Se asignaron dos semanas para la lectura del libro. El público de la actividad terminó siendo un poco diverso al encontrarse un participante nuevo, un regular y alguien quien tenía tiempo de no poder integrarse en las reuniones. Lo primero que saltó a la vista por todos los participantes fue la dificultad de separar el relato original de las adaptaciones cinematográficas. La impresión que la película de Disney causó en una generación es innegable, en especial si se consideran las interpretaciones más psicodélicas del relato de Carroll.

La otra fuente de frustración para los participantes fue producto de la gran barrera generacional entre la Inglaterra victoriana de Carroll y el siglo XX de América Latina en donde se acudió a la escuela. Los participantes no se encuentran familiarizados con los poemas y rimas a los que hace referencia el autor, entonces pese a que se pueda entender la intención de las parodias se siente uno un poco ajeno al significado real del humor.

Por otro lado, los lectores concordaron en que la obra incluye elementos freudianos sobre el paso a la adultez. Por ejemplo, se podrían citar los cambios de tamaño de Alicia, la tensión entre su autonomía y las fuerzas impuestas por los seres del país de las maravillas, o el conflicto entre el aprendizaje que la protagonista tiene del mundo por las clases, pero que no concuerda con el mundo del agujero.

En conjunto, la recepción fue media. Las expectativas hacia la obra fueron más grandes de lo esperado por lo que la novela no terminó siendo tan grandiosa como lo esperaban. Los participantes, quienes hicieron la lectura en español, consideraron re-leerlo en el idioma original para sacarle un poco más de provecho a la lectura al acompañarla con los extensos pies de página de Graciela Montes.